Los servicios públicos desempeñan una función estructural. Son elementos distintivos de la organización socioeconómica y tienen una importancia similar a la de los sistemas monetarios, crediticios y educativo. Los sistemas existentes de organización de la producción y de radicación de la población serían inconcebibles si no existieran servicios públicos eficaces a escala masiva.
El concepto de servicio público hay que plantearlo en el marco de un esquema más general: el de los fines del Estado, y estos propósitos, como es evidente, no pueden ser identificados sin observar los fines de la administración pública. Administración pública puede ser comprendida en dos distintas acepciones, que dependen fundamentalmente de la concepción de Estado que se maneje.