El sector hidrocarburos está en terreno negativo desde el 2015, y si bien a lo largo de estos años ha ido moderando su caída, todavía no se ha logrado revertir la tendencia. En esta línea, ¿cuáles son el diagnóstico y las acciones que se pueden realizar –desde la visión de los sectores público y privado– para sacar a flote e impulsar el repunte de esta actividad?
Seferino Yesquén, presidente del directorio de Perupetro; Carlos Paredes, presidente del directorio de Petroperú; Ronald Egúsquiza, presidente del Consejo Directivo de la Sociedad Peruana de Hidrocarburos (SPH), y Carlos Herrera Descalzi, exministro de Energía y Minas, se reunieron para exponer sus perspectivas, en una mesa redonda organizada por Gestión, Intelfín y Universidad Continental; y moderada por el director periodístico del diario, Julio Lira Segura.
Seferino Yesquén
Presidente de perupetro
Nuestra producción ha declinado de 200,000 barriles por día (bpd) a casi 38,000 bpd. Cuando uno busca las razones de esto y analiza en detalle, las dividimos en dos partes: la producción con la que contribuye Talara y la producción de la selva.
La producción de Talara, en casi 25 años, no ha declinado (40,000 bpd). Pero la producción de la selva es la que ha disminuido considerablemente, y no porque no haya petróleo, sino porque no hemos sido capaces de poner en producción tres lotes importantes descubiertos en los últimos años: lote 67, lote 64 y lote 39. Estos tres lotes juntos nos podrían dar más de 60,000 bpd más. Además, hemos perdido contratos de exploración; en el año 2012 teníamos 60 contratos, ahora apenas tenemos 14, y muchos de ellos en fuerza mayor.
Hay muchas otras cosas que explican la situación actual del sector. Entre ellas, están la demora y los permisos; los procesos de participación ciudadana y consulta previa (que son modernos, pero en mi opinión no se han instrumentado con entidades que puedan hacerlos de manera eficiente).
Además, estamos muy lejos en el consumo energético por habitante. Consumimos 5 barriles de petróleo equivalente por habitante por año; mientras que los países modernos consumen 34, y en promedio el mundo consume 14. Para llegar a estas cifras, necesitaríamos alrededor de 300,000 barriles más equivalente de energía.
¿Qué hacer? Un plan energético que rija el comportamiento de todas las entidades que tienen que ver con proporcionar energía al país. Pero, veo el último plan y es del 2014, en el que se menciona que hoy el Perú debería estar consumiendo 1,200 millones de pies cúbicos por día, pero apenas consumimos 600; y que deberíamos estar produciendo 150,000 bpd, pero no estamos en ese nivel.
Luego hay que mirar el tema social. Sí, hay mucho que revisar en cuanto a cómo trabajan las empresas, pero eso no debe llevar a cambiar la ley de canon, sino más bien a que la distribución sea diferente. Fundamentalmente que exista algo que no se ha hecho en los últimos años, que es la rendición de cuentas de quienes usan estos recursos. Y hay agregar la cuestión tecnológica, que nos falta.
Todo lo mencionado tiene que empezar por una voluntad política, pero, de manera explícita, decir que sin energía no hay desarrollo para el país, y que el petróleo y el gas son parte de esta energía. La única manera de mejorar todo es que a partir de esa voluntad política expresa alinear los objetivos de los demás ministerios y entidades.
Carlos Paredes
Presidente de Petroperú
Como país no estamos convencidos de que somos petroleros, no estamos convencidos si queremos promover el sector. Alrededor del mundo, no solamente en el Perú, hay menos demanda, los precios de las acciones de las empresas petroleras han bajado, hay menos apetito y creo que en 50 años probablemente el petróleo dejará de tener el valor que tiene ahora. La pregunta que nos tenemos que hacer es si queremos dejar ese recurso en el subsuelo o lo explotamos en esta ventana de los últimos 50 años.
Creo que también hay desinformación y un pasado que condena la industria. Empresas, incluyendo a Petroperú, no hicieron bien su trabajo y hay muchas comunidades que siguen viviendo en el mismo nivel de pobreza de hace 40 años. No hay confianza en la industria. Por ello, se tiene que hacer un esfuerzo para reconstituir el relacionamiento con comunidades.
Sería conveniente que le consultemos directamente al pueblo y dejemos de guiarnos tanto por unos cuantos supuestos “voceros”. Creo que todo indica que en forma contraria a lo que pasa con algunas comunidades, no todas tienen una franca oposición a la actividad petrolera. Hay que preguntarle a la gente y hablar entre nosotros qué queremos. Pero un país pobre, que abandona sus recursos por desidia, por falta de fuerza, de liderazgo, es un gran problema.
Otros factores que explican el declive del sector son problemas de falta de liderazgo político, falta de dirección como país con respecto a la industria, ausencia de Estado en muchas de las zonas donde se debe desarrollar la actividad, una pésima comunicación y, como dije, desinformación.
El Estado, a lo largo de muchos gobiernos, no ha estado presente y no ha cumplido con su rol; las empresas en el sector tienen una carga tributaria muy alta, más que en otros sectores. Exigirles más creo que es ahuyentar la inversión.
En Petroperú tenemos una agenda muy ambiciosa para el futuro. Como señalamos hace unos meses, de acá a un tiempo espero que Petroperú cambie de nombre y se llame Enerperú y empecemos a trabajar en varios tipos de energía. Pero lo nuestro es por ahora básicamente petróleo, y no solo eso, sino ayudar a articular a la industria. Tenemos como industria que presentarle al Perú una opción y generar consensos.
Hay muchas cosas por hacer, medidas puntuales que se pueden tomar, pero si no hay convencimiento nacional, no vamos a ninguna parte.
Carlos Herrera Descalzi
Exministro de energía y minas
El Perú desde 1968 hasta los años noventa era un país que tenía la convicción de que había que apoyar a Petroperú, invertir en petróleo y se iba en una dirección. De los noventa en adelante, comienza la privatización de Petroperú. Entonces se avanzó algo, pero luego se detuvo por protestas. Desde allí y hasta ahora lo que he visto es una alternancia entre dos ideas que son bastante fuertes en la población, unos a favor y otros en contra; y casi todo en torno a Petroperú. Es decir, el Perú no ha logrado consolidar qué es lo que quiere como nación.
Es lastimoso ver toda la cantidad de contratos que se han perdido. Hemos celebrado muchas veces que teníamos nuevos contratos, y ahora nunca ha sido tan notorio que se cansaron, porque vinieron a invertir, vinieron a perforar y se pasaron pidiendo permisos. A esto se suman los temas sociales donde se encuentra la mayor oposición.
Hoy día, que yo sepa, no tenemos ninguna de las grandes empresas invirtiendo en el Perú, y para nosotros es importante tener una empresa grande, porque su presencia trae otras empresas de similar tamaño.
No podemos mirar el pasado y juzgarlo con los ojos de hoy, recordemos que cuando la industria se inició, no tenía la obligación social. Recién el Perú tuvo conciencia ambiental en los años noventa, pero al que le faltó una visión de futuro fue al Estado. Esa no era tarea de la empresa.
Todos estos temas de medidas pequeñas nunca van a funcionar, o su resultado va a ser muy pequeña, mientras no haya una visión nacional. El Perú no puede vivir eternamente de ser extractivista, pero ahora, lo necesita.
Ronald Egúsquiza
Presidente de la SPH
La población no siente que reciba beneficios… Las poblaciones donde se desarrollan las actividades, donde están las urbes cercanas a la zona de exploración o explotación no han sentido en 40 años de industria los beneficios que puede tener de esta. Es por ello que se generan tantas dudas.
Lo que tenemos que hacer es convencernos de que efectivamente esta industria puede ser una palanca de desarrollo, no solamente para el país en general –que lo es–, sino también y de manera muy particular para las poblaciones en donde se desarrollan las actividades. Estamos como estamos porque no hay convencimiento de que nuestra industria de petróleo y gas puede ser, como dije, una palanca.
Podríamos plantear allí varias alternativas, pero mientras no tengamos el objetivo claro, mientras no apuntemos todos en la misma dirección, esos medios van a hacer solamente medidas que pueden quedarse en el camino. Además, necesitamos traer empresas con espaldas anchas que tengan posibilidad de hacer grandes proyectos.
Pero buscar empresas de gran tamaño debe ser un tema para mediano plazo; en el corto plazo lo que necesitamos es que haya exploración. En el Perú para todo ese potencial que hay en la selva, se requiere de exploración. Lo otro es con relación a los permisos que tanto se ha conversado, lo que se necesita es una ventanilla única.
Tenemos que abordar el tema social, los permisos y la infraestructura, pero yo quería remarcar lo siguiente: como país vamos a estar convencidos cuando veamos que nuestra industria está apoyando el desarrollo local.
Necesitamos tomar acciones de corto plazo y con perspectivas de largo plazo, planificar el tema de la Ley Orgánica de Hidrocarburos. En relación a los permisos, también se debe planificar, no puede ser que cada entidad sea un reino aislado.
En agosto pasado, el sector hidrocarburos creció 38.20% y acumula en los primeros ocho meses del año un incremento de 4.95%, según el INEI.