Préstamos empresariales: Cómo elegir la mejor opción de acuerdo al tamaño e ingresos de tu empresa
Por: Eduardo Iñiguez Castro
Economista – Docente de la Escuela de Posgrado de la UC.

La disyuntiva de siempre, ¿cómo elegir una opción de financiamiento para mi empresa?, ¿qué elementos debo considerar para tomar una decisión que me sea favorable?, ¿cómo saber que el préstamo ofrecido resulta rentable?
Para empezar el análisis debemos considerar que el objetivo empresarial clave es la maximización de valor; es decir, la generación de beneficios para la empresa.
Asimismo, debemos tener en cuenta que en el mercado existen abundantes opciones de financiamiento, partiendo de las informales que nos podrían llevar a pagar una tasa de interés efectiva equivalente al 1 000 % anual. A largo plazo el impacto de tal costo financiero nos llevaría inexorablemente a una situación de insolvencia y/o a la destrucción de valor en nuestra empresa, por tanto, este camino no es el recomendado.
Ahora sí, aquí vamos.
Cuando se trata de elegir una opción de financiamiento para una empresa, primero la entidad financiera deberá dilucidar el destino del crédito. A nivel empresarial tenemos dos requerimientos recurrentes:
- Capital de trabajo (necesidad de mercadería, insumos u otros similares para las operaciones del negocio), y
- Activo fijo (maquinaria, equipo, ampliación o compra de inmueble, etc.).
El segundo punto de importancia es la característica de la empresa, pues cuanto más pequeña sea, la entidad financiera tiende a asignar un mayor riesgo; por lo tanto, una mayor tasa de interés (costo financiero).
El tercer aspecto es determinar el tamaño de la necesidad de financiamiento. Es regla general que la entidad financiera solicite un aporte en efectivo para el proyecto a financiar que puede fluctuar de 10 a 30 %. Este requerimiento tiene dos finalidades:
- Reducir el riesgo de la operación, y
- Asegurar el compromiso del empresario con el proyecto.
¿Pero cómo podemos conocer el tamaño del financiamiento requerido?
Para tal fin, los financistas utilizan una herramienta que se conoce como flujo de caja (FC) libre, que luego se convierte en FC financiero o del accionista, mediante el cual se determina las necesidades de financiamiento (de capital de trabajo o de activo fijo), y si la empresa se encuentra en la capacidad para pagar un préstamo que cubra la necesidad señalada. Sobre este punto se entiende que el empresario ya cumplió con todos: trabajadores, proveedores (costos), Estado (impuestos), proyecto (inversiones) y acreedores (pago de deudas). El saldo resultante le pertenece; es decir, este “se lo llevará al bolsillo”. Ahí la importancia de esta herramienta, pues puede fácilmente determinar si el financiamiento le conviene a la entidad financiera o no.
Sin embargo, se debe tener en cuenta que este modelo calza perfectamente con las empresas que se encuentran formalizadas, es decir, realizan el pago de sus impuestos regularmente. Pero, ¿dónde dejamos a aquellas mypes y pymes que no manejan planes de inversión, que no efectúan una programación de sus requerimientos de capital de trabajo para el periodo o no efectúan la declaración de renta anual?
Bueno aquí les presento un modelo alternativo:
Para poder evaluar las alternativas tenemos que considerar cierta información financiera de la empresa, como por ejemplo el estado de resultados y el balance general (situación de la empresa). De no contar con ellos, siempre se podrá preparar esta información.
Con estos dos estados financieros deberemos hallar determinados indicadores financieros (ratios*) que nos permitan compararlos con los costos financieros que nos ofrece la entidad financiera, para definir finalmente si debemos tomar la deuda.
Lo mismo tenemos para el caso de una inversión en activo fijo. Se debe asumir que la entrada de operaciones del nuevo activo fijo generará en la empresa un ingreso marginal. Si proyectamos un estado de resultado podemos calcular el indicador de rentabilidad de la inversión considerando en el numerador la utilidad neta marginal y en el denominador de la expresión el valor del activo fijo. Si el resultado del indicador es mayor a la Tasa de Costo Efectivo Mensual (TCEM) entonces se recomienda optar por el financiamiento.
Considerar para el efecto la siguiente relación:
Utilidad neta marginal / Valor del activo fijo (%) > Tasa costo efectivo mensual (%) (TCEM)
Un breve ejemplo:
Tenemos la empresa “El álamo” que desea adquirir un vehículo de transporte de combustible. La propuesta de préstamo tiene estos datos:
- Utilidad neta marginal de S/ 3 800.00 (mes)
- Valor vehículo (inversión activo fijo) de S/ 100 000.00
- TCEA = 18 % por tanto una TCEM = 1.4 %
- Tenemos un indicador de rentabilidad de la inversión de 3.8% (3,8/100)
Por tanto tenemos que: 3,8% > 1.4%, en consecuencia podemos ir con el préstamo.
Cabe señalar que aquí estamos reduciendo el análisis solo a la decisión del empresario de aceptar la propuesta de préstamo dado que la rentabilidad marginal de la inversión es mayor que el costo financiero (1.4% mensual). Estamos eximiendo la operación del análisis de las demás variables.
Aquí también y dependiendo de la complejidad de la operación podemos hallar el retorno de la inversión con la condición que el VAN > 0 para ir con el proyecto.
De solicitar un préstamo de capital de trabajo tenemos que comparar la utilidad operativa (tomado del estado de resultados) que arroja el negocio versus el capital de trabajo (conocido como fondo de maniobra, activo corriente menos pasivo corriente, tomado del balance general). Si este indicador calculado de manera mensual es mayor que la Tasa de Costo Efectivo Mensual (TCEM)**, entonces deberíamos tomar el financiamiento para capital de trabajo.
Considerar la siguiente relación:
Utilidad operativa / capital de trabajo (%) > Tasa costo efectivo mensual (%) (TCEM)
Un breve ejemplo:
Tenemos la empresa “El progreso” con una propuesta de préstamo con los siguientes datos:
- Utilidad operativa de S/ 80.00
- Capital de trabajo (fondo de maniobra) de S/ 1 000.00
- TCEA = 25% por tanto una TCEM = 1.88 %
- Tenemos un indicador de rentabilidad de capital de trabajo de 8 % (80/1 000)
Por tanto, tenemos que: 8 % > 1.88 %, en consecuencia, podemos ir con el préstamo.
Cabe señalar que aquí estamos reduciendo el análisis solo a la decisión del empresario de aceptar la propuesta de préstamo, dado que la rentabilidad de su capital de trabajo es mayor que el costo financiero (1.88 % mensual). Estamos eximiendo la operación del análisis de las demás variables.
Para afinar lo indicado y dependiendo de la complejidad de la operación, podemos hallar nuestro retorno de inversión a través de la formulación de un flujo de caja, donde la tasa de descuento utilizado es la expectativa de rentabilidad esperada por el inversionista. La condición conocida es que el VAN > 0, para ir con el proyecto.
- Tomando decisiones evaluadas numéricamente y de una manera sencilla se contribuirá al crecimiento del valor de las empresas.
- Otras alternativas incrementan la probabilidad de resultados negativos que solo nos llevaría a destruir el valor de las empresas.
- Todas las empresas independientes a su tamaño, tienen un Costo de Oportunidad de Capital (COK) que, como se ha definido, es la rentabilidad mínima esperada del inversionista; y dado que la empresa siempre debe satisfacer el COK, entonces se infiere que el costo financiero (TCEA), no debiera ser mayor que el COK de la empresa. Este criterio debe ser considerado para cualquier tipo de préstamo, si es que mantenemos claro nuestro objetivo empresarial.
¡Hasta la próxima!
(*) Ratio, se define como la razón de dos magnitudes relacionadas entre sí. En finanzas es utilizado para explicar el comportamiento económico en una empresa.
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